Este sector, que históricamente ha sido un pilar de la economía europea, ya que más de la mitad de las mercancías transportadas por el continente lo hacen por carretera, está experimentando una desventaja debido a la influencia de una serie de factores. De ellos podemos destacar la subida de la demanda de productos en la era post-covid debido al auge del comercio electrónico y el ahorro acumulado, que ha creado un desequilibrio; el encarecimiento continuo del combustible diésel que se encuentra a precios al menos un 20% mayor en comparación al precio pre-covid, a pesar de la caída de precio del 2020; la escasez de camioneros para satisfacer la demanda; y el aumento de precios de camiones de transporte, con modelos de hace un par de años a precio de nuevo debido a la escasez.