23/11/10 Un euro al día de «copago» por viajar por carretera

La Asociación Española de la Carretera avista un modelo vial insostenible: Fomento destina la mitad de presupuesto a la red, que sigue deteriorándose y no se reinvierte en su mejora. Propone que el particular pague a partir de 15.000 km. al año y el profesional, superados los 100.000

«Las carreteras más congestionadas, como las de acceso a las ciudades, serían más caras. Por la noche, no se pagaría.»

Vamos a trasladarle la propuesta que en estos momentos está exponiendo en unas jornadas llamadas «Pago por uso de carreteras» la Asociación Española de la Carretera (AEC) para que se debata a nivel político y también social y técnico. No es ciencia ficción, ni una iniciativa sacada de la manga e, incluso, ya se ha titubeado con alguna medida similar en otros países, como Portugal, Italia y Reino Unido. La iniciativa parte de considerar dos caras de la misma moneda al recorte de la inversión en carreteras y el pago por uso. Al decir de Jacobo Díaz, director general de la AEC, y Miguel María Muñoz Medina,presidente de la entidad, un rápido vistazo a las cuentas del Ministerio de Fomento permiten inferir que la consignación presupuestaria destinada al capítulo «carreteras» se ha reducido a exactamente la mitad: en el presente ejercicio ha sido de 5.114 millones de euros; en las cuentas de 2011 serán 2.529 millones.

Esto no es solamente números que bailan, a juicio de la AEC, sino queconlleva que no se reinvierta en la mejora de la malla viaria que se teje por España y por la que viajamos todos. La asociación no sólo disiente de la confianza total (presupuestaria y social) depositada por el Estado en la red ferroviaria, por la que «solo» transitan un 4 por 10.000 de los españoles usuarios de transporte, sino que va más allá y anticipa que se necesita explorar «nuevas fórmulas de financiación que permitan salvaguardar el estado del patrimonio de vías y mantener en condiciones óptimas la red» ya existente.

Entre 10 y 12 céntimos cada kilómetro extra

El método que plantean, y que dejan sobre la mesa para el análisis oportuno, es el siguiente, sujeto a la siempre controvertida petición de «más dinero» a la maltrecha economía del particular. En concreto, la Asociación Española propone crear un bono de movilidad que permitiría recaudar entre 20.000 y 25.000 millones de euros al año. ¿Cómo? El vehículo profesional, de transporte de mercancías, que supere los 100.000 kilómetros anuales aportaría adicionalmente una cantidad, como también lo harían los vehículos particulares, a partir de los 15.000 kilómetros anuales. A partir de ese kilometraje de circulación libre, abonarían entre 10 y 12 céntimos de euro cada mil metros recorridos por carreteras españolas. Es decir, el modelo se aposenta en delimitar la cantidad de kilómetros gratuitos que cada uno puede conducir.

Rebasada la cuota anual, el bono -que lleva instalado cada vehículo mediante un receptor, una suerte de tacómetro que controla el kilometraje- impondría una cuantía a pagar, que se modularía en torno a si viajas por una carretera u otra, o a horas punta, o en vías con gran congestión de tráfico. Un ejemplo: un lunes a las 8.00 de la mañana, en una carretera que soporta un tráfico normalmente intenso, el conductor abonaría más que circulando en horario nocturno, gratuito, y/o en una carretera secundaria. Para el director general de la AEC, se instalase como se instalase el dispositivo, «la recaudación debe destinarse de forma exclusiva, indiscutible e innegociable a la mejora de las infrasestructuras de las carreteras», ya que, en su opinión, «lo que auténticamente vertebra el territorio español es la carretera». Los datos aportados por esta entidad también acreditan que, actualmente, una quinta parte de lo que se recauda por este medio de tranporte revierte directamente en él. El resto se pierde en otros organismos, gestiones y trámites.

A los 50€ del dispositivo, se añaden 350 de media para quien cubra 55 km. al día

Abundando en los temas de bolsillo, Jacobo Díaz calcula que el coste medio que acarrearía a cada usuario el modelo sumaría a los 50 euros del dispositivo, unos 350 euros de promedio extra al año, o lo que es lo mismo, un coche con una movilidad diaria de 55 kilómetros y unos 20.000 al año, tendría que abonar casi un euro por día.

En una rueda de prensa para hablar sobre este «bono por movilidad», a la que también asistió el ex director general de Tráfico José Miguel Báez, quien aseguró que un modelo que permita reinvertir en la explotación de la red vial es «necesario» y aportó otro dato para el análisis: «El 70% de la inversión del Gobierno a infraestructuras solo beneficia a uno de cada mil usuarios».

Problemas con el tacómetro receptor

Entre los supuestos que explica la AEC, lo recaudado no iría a parar al grueso de «crear» más carreteras, o ampliar los kilómetros de red; no se necesitan más vías, sino más cuidados, ser más respetuosos con lo que ya existe y ensanchar los carriles de las arterias comunicativas atascadas, potenciar la red secundaria que congrega la mayor tasa de siniestralidad vial… «Las carreteras no son gratis y hay grandes dificultades de financiación. El futuro nos lleva a un sistema de pago por uso», resume Muñoz Medina.

¿Dónde radica el problema? Hay dos grandes trabas a la discusión en profundidad de la propuesta pergeñada por la AEC: la primera, el hecho de pedirle al particular que pague más, además de por circular en autopistas de peaje, por lo que la asociación se plantea llevar el modelo incluso a las autovías hoy gratuitas (unos 15.000 kilómetros por los que transita casi el 60% del tráfico del país) y que tardaría menos de cinco años en implantarse; la segunda, el tacómetro o receptor de los vehículos para controlar quién y cuándo se sobrepasan los 15.000-100.000 kilómetros establecidos, entraña un conflicto de invasión de la privacidad y de multas, puesto que controla al mismo tiempo la velocidad y otros datos que pueden ser utilizados por la Dirección General de Tráfico (DGT).

Érika Montañés – abc.es