25/02/11 Velocidad máxima: 110 km/h

Una subida de 10 euros en el barril de petróleo, supone que la factura energética del país se encarezca en torno a los 6.000 millones de euros. Estamos hablando de un crecimiento de la factura energética importantísimo para un país dependiente del petróleo‘. Este es uno de los más importantes argumentos que el vicepresidente primero del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha esgrimido para justificar la medida transitoria de reducción del límite de velocidad máxima en autopistas y autovías de 120 a 110 kilómetros por hora que, a partir del próximo 7 de marzo, entrará en vigor en toda España a instancias del Consejo de Ministros.

Lo hacemos para ahorrar petróleo, un 15% en gasolina y 11% en gasóleo. Estamos hablando de una medida que pretende reducir el consumo de carburantes‘, ha asegurado Pérez Rubalcaba, quien ha afirmado que el próximo viernes se publicarán las nuevas normas. La medida lleva aparejados cambios en la señalización y en las sanciones, aunque el vicepresidente primero ha asegurado que no afectará al carné por puntos ya ‘que se trata de una medida de ahorro y no tiene que ver con la seguridad vial‘.

Además, entre otras medidas que incluyen determinados descuentos en los billetes de RENFE de cercanías y media distancia para fomentar el transporte público, se elevará hasta el 7% el porcentaje de biodiésel en las gasolinas y gasóleos que hasta ahora era del 5,8%, medida también encaminada al ahorro del combustible. Pérez Rubalcaba también ha anunciado que el Gobierno va a ‘intensificar el seguimiento de los precios y márgenes de distribución para garantizar que se cumplen las normas de competencia. Estaremos vigilantes‘ ha afirmado el vicepresidente primero y ha anunciado que se creará ‘un grupo de trabajo con empresas y grandes distribuidores para seguir día a día la evolución del los precios del petróleo y distribución de gas, mientras dure esta crisis‘.

Recordemos que desde octubre de 1973 no había sido necesario implementar medidas de este tipo. Fue por causa de la decisión de la Organización de los Países Exportadores de Petróleo (OPEP) de no vender crudo a las potencias que apoyaron a Israel durante la guerra del Yom Kippur. Así, en aquel momento se impuso la velocidad máxima de 120 km/h vigente hasta el día de hoy, límite que no existía hasta entonces y que jamás fue derogado.

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