Las negociaciones entre el Gobierno francés y los sindicatos se han reanudado, pero «siete refinerías de ocho están en huelga», han anunciado desde CGT: «Cerrar los grifos va a tener un impacto».
Ni una gota de hidrocarburo debe salir de las refinerías ni de los depósitos de carburante. Con este el lema, la rama química del sindicato francés Confederación General del Trabajo (CGT) hizo un llamamiento el martes a intensificar la huelga y a bloquear hasta el viernes las refinerías y los depósitos de carburantes en Francia para protestar contra la reforma de las pensiones del presidente Emmanuel Macron.
«Siete refinerías de ocho están en huelga», anunció en France InfoEmmanuel Lépine, secretario general de esta rama de la CGT, quien consideró que «cerrar los grifos va a tener un impacto».
El ministerio de Transición Ecológica y Solidaria aseguró el martes que, a pesar de las acciones de los sindicalistas, «todas las refinerías de Francia metropolitana continúan produciendo».
«Desde el inicio del movimiento social que vive el país, hay una producción ininterrumpida en las refinerías, las reservas en los depósitos están a un nivel excelente y el suministro de las estaciones de servicio se produce normalmente», precisó el Ministerio en un comunicado.
«No es necesario llenar el depósito si no piensa hacer un uso inmediato de su vehículo», aconsejó el Gobierno. Algunos consumidores han decidido estos días hacerlo por miedo a que vayan a quedarse sin gasolina si los bloqueos a refinerías y depósitos continúan. El Gobierno quiere evitar que el temor a un desabastecimiento acabe colapsando las gasolineras francesas en un país que desde hace un mes vive una huelga de transportes públicos ininterrumpida.
LLAMAMIENTO DE PHILIPPE A LA POLICÍA
El primer ministro, Édouard Philippe, pidió a los prefectos de Policía de todo el país que movilicen a las fuerzas del orden para garantizar que no hay bloqueos de refinerías y depósitos ni dificultades de suministro. «El derecho a la huelga es respetable, el derecho al bloqueo es ilegal«, dijo el primer ministro en una entrevista en la cadena de televisión RTL.
El inicio de estos nuevos bloqueos en las refinerías francesas coincidió con la reanudación de las negociaciones entre el Gobierno francés y los sindicatos, contrarios a la reforma.
Los sindicatos no dan su brazo a torcer en el pulso con el Gobierno. El 9 y 11 de enero han convocado huelgas y manifestaciones en todo el país para presionar al gobierno para que retire la reforma de las pensiones.
El proyecto de ley será presentado al Consejo de Ministros el 24 de enero y se espera que la Asamblea Nacional empiece a discutir la reforma de las pensiones a partir del 17 febrero para que sea aprobado antes del verano, según el calendario anunciado por el primer ministro, Édouard Philippe.
MÁS DE UN MES DE PARONES
La huelga en los transportes públicos -especialmente de trenes en toda Francia y de metro, autobuses, tranvías y cercanías en París- comenzó el pasado 5 de diciembre y continúa estos días con mayor o menor intensidad. Ya van 34 días de paros en este sector, la huelga más larga de la SNCF, la empresa de ferrocarriles francesa.
Macron quiere simplificar el complejo sistema de pensiones francés y establecer un sistema universal por puntos en el que todos los trabajadores disfruten de los mismos derechos en su jubilación por las mismas contribuciones.
Ahora algunos trabajadores de los llamados «regímenes especiales» -como los de los ferrocarriles de la SNCF, la Ópera de París y el metro- se jubilan antes o con mejores condiciones que el resto de trabajadores franceses.Estos trabajadores son los que más se han movilizado contra la reforma de Macron porque temen que vayan a tener que trabajar más años por una pensión más pequeña.
Fuente: elmundo.es