Sevilla, 23 nov (EFE).- El transporte público urbano y el sector del taxi se alzan como puntos claves para afianzar el uso del coche eléctrico en la ciudad y para promover el cambio de modelo de vehículo entre los usuarios, que aún se muestran reticentes.
La eficacia de los utilitarios eléctricos en entornos urbanos y en trayectos de corto recorrido convierten el traspaso de la flota de autobuses propulsados por electricidad en la «prioridad» para las administraciones, según ha destacado la presidenta de la Agencia Andaluza de la Energía (AAE), Isabel de Haro.
En un encuentro organizado hoy en Sevilla para analizar la integración de este tipo de coches en los núcleos urbanos, los expertos han puesto de manifiesto que el uso de vehículos eléctricos cuenta con el apoyo de los taxistas y con las reticencias de los conductores particulares, escollo que las administraciones pretender superar con ayudas y subvenciones.
De Haro ha señalado al respecto la tarifa «súper-valle» que las compañías eléctricas pondrán en marcha con la ayuda del Gobierno central, que permitirá la recarga de los coches en horario nocturno a un coste menor y que al hacerse por tramos horarios beneficiará al resto de usos de energía eléctrica.
En este sentido, el técnico del departamento de Transporte del Instituto para la Diversificación y Ahorro de Energía (IDAE) Juan Francisco Larrazábal ha propugnado la necesidad de aumentar la disponibilidad de puntos de recarga eléctrica tanto para flotas de vehículos como para particulares y ha indicado la creación de la figura del gestor de cargas, que podrá comprar y vender energía.
Ambos expertos han incidido en las oportunidades empresariales que presentan los utilitarios eléctricos para la industria de la automoción, para las compañías eléctricas y para las empresas de desarrollo tecnológico, si bien Larrázabal ha planteado como retos que los fabricantes tengan suficiente oferta disponible para llevar a cabo los cambios en el parque de vehículos.
Entre las iniciativas piloto, los ponentes han mencionado el proyecto SmartCity en Málaga, el plan Movele en el que participan las ciudades de Sevilla, Madrid y Barcelona o el proyecto de Transporte Sostenible de la Junta de Andalucía, por el que desde el pasado julio se han sustituido trece vehículos, uno por consejería, por eléctricos.
Gema Cantero, ta técnica del Área de Transportes y Servicios Públicos de la Junta, ha subrayado, durante su ponencia en el encuentro organizado por El Correo de Andalucía, que los resultados de esta iniciativa andaluza muestran un consumo de 2,3 euros por cada cien kilómetros recorridos frente a los 10,4 euros que consumen los vehículos de gasóleo.
